LA TRISTEZA DEL SAMURAI, Víctor del Árbol.
Desde el primer momento, La tristeza del samurai es una colección de lugares comunes, metáforas que no vienen a cuento, textos pomposos y rimbombantes (como esta frase), o adjetivos y adverbios sin control y en cascada. Por no hablar de la trama; unas historias plúmbeas, contemplativas y que no avanzan ni a tiros. Que en sí no tendría que ser un defecto si la calidad literaria te permitiera detenerte y recrearte en el estilo, pero no es el caso ni de lejos.
El argumento no malo del todo, es lo mas salvable de la función. dos historias paralelas separadas por 40 años, una en Extremadura y otra en Barcelona. Unos cuantos crímenes y otros tantos misterios y personajes torturados, como no. Nada nuevo pero al menos no llega al punto del absurdo.
En fin, que vosotros mismos si queréis probar con el Premio Nadal de 2016. Ya me diréis qué os parece. Yo me mantendré bastante alejado.
Comentarios
Publicar un comentario